Ex Casino Ross de Pichilemu

En post anterior les contè la buena noticia: hemos iniciado la reconstrucciòn de este edificio patrimonial, fuè el primer casino de Chile. Les irè mostrando el proceso de recuperaciòn a atrvès de este registro fotogràfico.El viernes inspeccionè la obra junto a Alberto.

Es primera vez que subo al tercer nivel del edificio. Hay aùn rastros de hace muchos años. Puse mi atención en uno de los guardarropas de las habitaciones empotrados en el techo, tipo àtico, con inclinación. Encontrè pegado un trozo de papel con dibujos impresos de niños y otro trozo de una fotografìa de una mujer, antigua, de esas que se encuentran en las ferias de cachureos, de cuerpo redondo y una sonrisa perfectamente delineada. ¿habrà sido la habitación de una familia?. Aùn quedan los nùmeros en el portal de cada puerta:”21”.Hay dos habitaciones que conservan en el cielo un borde de yeserìa decorada con flores y los papeles que cubren las paredes, estampados. Son dos las habitaciones màs “elegantes”. Los baños estàn en los pasillos, se compartìan. Se aprecia el soporte de los colgadores de ropa y los lavamanos. Las instalaciones elèctricas son enfundadas en cordones de tela y los separadores y soquetes de loza. El entablado, las puertas, la estructura, es de roble y pino oregòn.
En el nivel intermedio se ubicaban los salones. Los espacios son màs amplios y estàn màs alterados por las diversas ocupaciones que a lo largo de estos 100 años ha tenido el ex Casino Ross. Al estar allì es fácil transportarse a aquella època pionera y ponerse en el pellejo se ese gran soñador: don Agustín Ross.

Estamos en la fase de despeje de todas las zonas del edificio que presentan un deterioro severo. Estoy convencida que si no hubiesemos comenzado esta recuperaciòn en un par de años màs èsta edificación se hubiese desplomado. Hay termitas que se han comido la estructura: pies derechos y vigas hechos polvo. El adobe mojado producto de las filtraciones por la techumbre descubierta. Parte de la fachada està suspedida flotando. Lo que afirma todo ello es el propio peso y por cierto un gran cimiento de piedra laja que llega a màs de 2 metros de profundidad. Es un trabajo de extremo cuidado. Recuperaremos todo lo posible.Definitivamente este edificio que se ve por fuera, con cierta solidez, poco de ello tiene por dentro.